Vanda

Vanda Rothschildiana

Vanda Coerulea, comúnmente conocida cómo orquídea azul, trenza azul o trenza de otoño de la señora.   

Vanda coervelea

Vanda es un género natural de más de 30 especies originaria de una amplia región desde India, el sudoeste de Asia e Indonesia hasta las Filipinas, Nueva Guinea y Australia. Las vandas son plantas perennes monopodicas que crecen a partir de una punta central sobre un rizoma en continuo desarrollo. 

Cuándo se producen nuevas hojas desde el ápice las más bajas terminan por amarillear y perderse, después de unos años las plantas desarrollan tallos desnudos. 

Las raíces que son aéreas se irán formado al lado de algunas hojas superiores pudiendo reducir la longitud de la planta, quitando parte de las raíces de la base de planta dándole a la planta un aspecto más estético y saludable.

Algunas variedades florecen más fácilmente que otras y merece la pena probar con algunos maravillosos híbridos azules o malvas que contiene la especie Vanda Coerulea y V.(sin. Eulanthe) sanderiana. El cruce de éstas dos plantas produjo la fabulosa V. Rothachildiana, de azul intenso.

Vanda Fuchs Magic

entre los numerosos híbridos de éste género sobresale una multitud de colores en las que destacan los brillantes malvas y púrpuras magníficos. Ésta asombrosa variedad florece en verano.          

Vanda Trevor Rarhbone.
Éstas son las dos vandas que me han dado sus flores.
Las he mantenido en un invernadero los meses más fríos desde otoño a mediados de primavera que las he sacado al exterior, pues les encanta la luz pero ojo no directa pues se queman. Se les debe poner una protección, una malla para tamizar el sol.

Riego: Es posiblemente una de las cosas más importantes que deberíamos tener en cuenta a la hora de cultivarla, ya que es una planta epifita y se crian en los árboles, y en su hábitat, obtiene el agua y los nutrientes necesarios de la  lluvia que se escurre por las ramas y sus raíces nunca están sumergidas en agua. Sin embargo nosotros las cultivamos en macetas y otros recipientes, deberíamos imitar en lo posible cómo se hayan en su hábitat.
Prefiero cultivarlas sin macetas, me parece un estado más natural, y sobretodo evito enfermedades ocultas como que se pudran las raíces y no tener sorpresas que resultan muchas veces fatales.
En cuanto al riego, en verano yo las pulverizo a diario y una vez por semana las sumerjo en agua con abono una media hora, el abono que utilizo es orgánico de conejo disuelto en el agua. Una regla de oro y que tenemos que tener siempre presente es que las orquídeas y sobre todo las epifitas toleran mejor la falta de agua que el exceso.

Temperatura: Les  gusta las temperaturas cálidas y no toleran el frío. Temperaturas mínima de 15 ºc y máxima 35 ºc, las ideales son de 18 ºc,  28 ºc.